viernes, 22 de abril de 2016

-The Sandbox-



¡Saludos! Hoy os traemos el análisis de un curioso juego para android y Ios, que aunque ya tiene su tiempo, merece la pena comentar. En la tienda de apps, podemos encontrarnos juegos y aplicaciones de todo tipo, pero la que hoy nos ocupa no es un juego convencional, si no que pertenece al género Sandbox, como su nombre ya nos dice. Hay muchos juegos similares, pero de entre todos ellos éste es el más llamativo, y ahora veremos porqué.



Nada más abrir la aplicación nos vamos a encontrar con un breve tutorial que nos explicará las mecánicas del juego. En Sandbox, nos pondremos en la piel de un dios, lo cual se traduce en que tendremos total libertad para crear o destruir a nuestra voluntad.
Asi veremos desde un primer momento, como mezclando agua con tierra, se produce barro, en el cual pueden crecer semillas. O erosionar las piedras con agua para convertirlas en arena y posteriormente en cristal si aplicamos calor. Vamos a contar con muchísimos elementos que mezclar y utilizar a nuestro gusto, las posibilidades son casi infinitas. Ahora bien, ojo porqué el juego original contiene micropagos, los cuales nos permitirán comprar elementos que no hayamos descubierto, criaturas vivas, o incluso la capacidad de generar catástrofes naturales como terremotos, tornados o tsunamis.
En una partida estándar, además de controlar los elementos y las criaturas que habitarán en nuestro mundo, también tendremos dominio sobre el clima y podremos decidir cosas cómo la temperatura, la presencia del sol, o incluso la luz.
Todo esto afectará no sólo a los seres vivos si no también a algunos elementos como el agua o la roca.
Además, The Sandbox contiene numerosas campañas con su propia historia, en las que se nos propondrán multitud de desafíos. Vamos que no todo va a ser experimentar a lo loco.


Análisis Gráfico:

¿Qué podemos esperar de un juego de estas carácteristicas? Hay que tener en cuenta, que The Sandbox es un juego de estilo retro, que se suma a la tendencia del Píxel Art. De manera que no vamos a ver sprites detallados, ni mucho menos modelos en 3D en el juego.
Está hecho a conciencia para transmitir al jugador una sensación de estar jugando a un videojuego de los 80, y cabe decir que esto es algo que lo consigue muy bien, por lo menos en su apartado visual.
El juego cuenta con distintos escenarios y fondos e incluso algunas imágenes que se mostrarán segun lo que suceda en nuestro mundo, que, sin ser para tirar cohetes, cumplen muy bien con su función y se agradecen bastante, si los comparamos con los sosos fondos negros de otros juegos de su estilo que podemos encontrar en Google Play.
Vamos a ver dentro de su sencillez, algunos detalles que no nos pasan por alto. La presencia de sal en el agua, por ejemplo, las nubes generadas por el vapor, la electricidad corriendo a través del metal, y eso es sólo el principio.
Desde luego el juego es visualmente simple. De eso no cabe duda. Pero dentro de su sencillez, es bonito.

                          
                               ¿Veis la diferencia de colores en la tierra? La más oscura contiene agua y en ella puede crecer vida.


Análisis Sonido:

Después de haber visto el apartado gráfico ¿Que se esperaría uno de la música del juego?
Lo más lógico sería encontrarnos con una música a juego, al estilo de 8 bits.
Sin embargo, no es así. Y si bien los efectos no desentonan, la música no termina de encajar.
Da una buena ambientación "divina" que eso sí, tiene mucho que ver con el juego, pero uno no puede evitar sentir que hay un gran abismo entre el apartado visual y el acústico.
Las melodías, sin llegar a ser malas, tampoco destacan, y en muchas partidas vamos a terminar por no darnos cuenta de que están sonando. No hay mucha variedad, y se nos terminarán haciendo repetitivas.
Si antes alababamos el apartado gráfico pese a su sencillez, en este tenemos que hacer lo contrario. Nos han preparado unas melodías apropiadas a la temática del juego, que sin embargo no consiguen lo que se proponen.



Análisis Jugabilidad:


Aquí viene el plato fuerte del juego.
La idea de convertirnos en Dios que nos propone el juego, no supondrá ningún problema con los magníficos controles táctiles de los que dispone el título.
Con un dedo, cubriremos nuestro mundo de tierra. Con otra pasada, levantaremos un océano. Y si algo no nos gusta, utilizaremos nuestros poderes para eliminarlo, sin más.
Vamos a tener a nuestra disposición una serie de herramientas que parecen sacadas más bien de una aplicación de dibujo que de un videojuego, y es que podremos elegir el tamaño del pincel con el que colocaremos los elementos, hacer zoom en cualquier punto de la pantalla, o eliminar cualquier elemento con una goma de borrar. Simple, y muy eficaz.
Mezclar elementos para descubrir otros nuevos es muy divertido, nosotros nos lo hemos pasado pipa hasta conocernos todas las reacciones, y los desafíos que traen las campañas no se quedan atrás, proponiendonos verdaderos rompecabezas para solucionar.
Sólo hay un pero, y es que a la larga, el concepto del juego se nos puede hacer repetitivo.


                             
                                     Sí, en el juego hay humanos. Y tienen sus necesidades y capacidades para construir y trabajar.



Análisis Duración:

De primeras, podríamos decir que The Sandbox, es eterno. Nunca se termina, es un juego en el que, sin contar el modo historia, cada partida que empecemos va a derivar en algo distinto. No hay un objetivo fijo, si no que aquí, se trata de dar rienda suelta a nuestra creatividad, y es esta la que pondrá final a la duración del juego.
Tenemos un modo historia, sí, aunque las campañas deben comprarse con dinero real, y eso puede ser un punto negativo muy a tener en cuenta, si no estamos dispuestos a soltar un céntimo.
Si lo hacemos, el juego se nos va a alargar mucho, sin duda, pero si no, se nos quedará limitado a las construcciones (O destrucciones) ocasionales que se nos ocurran.
Conseguir todos los elementos, nos va a llevar su tiempo, eso sí, pues no todos se consiguen mezclandolos entre sí, si no que algunos deben obtenerse mediante el maná.
No obstante, estamos ante un juego que da para mucho, y aunque llegue a cansarnos, pasado un tiempo puede volver a resultarnos atractivo.



Conclusiones:
Recomendamos Sandbox a aquellos que busquen un juego con el que relajarse y poner a prueba su creatividad. No vamos a encontrar acción ni objetivos a conseguir, simplemente es un título con el que experimentar. Si te gusta, le vas a echar muchas horas, pero si te echa para atrás seguramente no llegues a engancharte.
No obstante, y pese a sus pequeños peros, The Sandbox merece una oportunidad. Realmente es una experiencia que merece la pena, muy alejada de lo que estamos acostumbrados a jugar en Android o Ios.






                                     




No hay comentarios:

Publicar un comentario